30 agosto 2021 22:46 CES
El SARS-CoV-2 no es como el virus de la gripe, el campeón de la variabilidad, sino que tiene una capacidad de mutación limitada. Aun así, la variante delta (B.1.617.2), que cuenta con dos mutaciones relevantes (L452R y P618R), se identificó inicialmente en India en diciembre de 2020 y hoy es mayoritaria en muchos países, incluida España.
La delta se contagia más fácilmente. Aunque se desconocen los motivos, por lo que sabemos en la actualidad es entre un 40 % y un 60 % más transmisible que la variante anterior dominante, la alfa, según confirma el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). También es más transmisibleque el linaje original –aunque menos que otros virus, como el del sarampión–.
Además,ocasiona una carga viral en la persona infectada del orden de mil veces mayor que la alfa, y un periodo de contagiosidad más prolongado.
¿Qué implica una mayor transmisibilidad?
Para empezar, la inmunidad de grupo no podrá alcanzarse con solo el 70 % de la población vacunada. Casi con toda seguridad, debido a varios factores, la inmunidad de grupo como la conocemos en otras enfermedades infecciosas no pueda alcanzarse como tal, y quizá debamos centrarnos en controlar funcionalmente la epidemia.