Las artífices de curar la memoria herida dan un paso al frente relatando su testimonio
Actualizado: 02/12/2020/ ANNA POZZI
Maureen fue encarcelada durante cuatro años porque era negra. Fue golpeada y torturada y su esposo recibió dos disparos. Lo cuenta mientras muestra las marcas que llevará por siempre en su cuerpo. Lo cuenta aunque le haga sufrir. Lo cuenta para no olvidar y para que otros tampoco lo hagan.
Maureen, su esposo y su familia se encuentran entre los millones de víctimas del régimen del apartheid de Sudáfrica, un país que veinticinco años después de las primeras elecciones libres en 1994, continúa recorriendo un arduo camino de recuperación de la memoria y reconciliación, en el que a menudo las mujeres están en primera línea. Lo están especialmente en las comunidades donde desarrollan una labor fundamental de intercesión, favoreciendo procesos de justicia redentora siguiendo la estela del trabajo realizado por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.