KAMPALA / KAYUNGA – La guerra en Ucrania ha provocado un aumento explosivo de los precios de los fertilizantes en Uganda y la vecina Kenia, junto con su escasez. Ante esta crisis, algunos agricultores están recurriendo a un nuevo y sostenible aliado para enriquecer sus suelos: los excrementos de la mosca soldado negra (Hermetia illucens).
Ya antes de que en febrero Rusia invadiera Ucrania, la organización Marula Proteen Hub, promotora de soluciones sostenibles en la agricultura con sede en Kayunga, en el centro de Uganda, movilizó a los campesinos para que produjeran larvas de la mosca soldado negra (BSF, en inglés). Pero muchos, especialmente los más ancianos de las comunidades, se mostraron reticentes.
“Me preguntaba qué pensarían de que yo tuviera gusanos. Algunos, sin embargo, aceptaron. Así que han estado guardando esos gusanos, con los que hacemos piensos y ahora también fertilizantes de calidad», dijo Abbey Lubega, supervisor de Marula Proteen Hub en el subcondado de Kangulumira.
Unos mil agricultores de Kayunga se han movilizado para criar los gusanos, que venden al centro en dinero en efectivo o a cambio de abono orgánico ya preparado.
“Los agricultores tienen residuos en sus granjas. Así que les damos sistemas BSF para criar las larvas. También les damos larvas de cinco días. Las larvas se alimentan de los residuos recogidos en las casas. Después de ocho días, nos venden las larvas maduras o alimentan a su ganado. También existe esa opción. Luego retienen el abono para su huerto”, dijo Lubega en una entrevista con IPS.