Autor: Carmen Costa
Sabine Fanta y Daïru Hadiyatu nacieron en una zona rural de Camerún. Son hijas respectivamente de un enfermero y un veterinario, que les apoyaron para estudiar lo que ellas hubieran decidido. Optaron por la biología. Tras su graduación, coincidieron de nuevo en el Instituto de Investigaciones Médicas y Estudios de Plantas Medicinales en la capital de Camerún.
Años después, a finales de 2023, volvieron a coincidir al ganar un galardón concedido por la Unesco y la Fundación L’Oreal a jóvenes científicas del mundo.
El de Hadiyatu se centra en los efectos positivos de un fruto seco conocido como Kola amarga para prevenir o tratar enfermedades cardiovasculares. El de Fanta, por su parte, estudia hasta qué punto la horchata ayuda a evitar la pérdida de memoria y señala: “si entendemos mejor cómo ralentiza los procesos de estrés oxidativo y neuro-inflamación que provocan la muerte de las neuronas, podría servir de excelente complemento alimenticio para pacientes con enfermedades como el alzhéimer”.
Según la Unesco, a nivel global, solo una de cada tres graduados en ciencia o tecnología es mujer. Los estereotipos de género siguen ahuyentando a las mujeres camerunesas de las carreras científicas porque continúa la creencia de que es mejor que se dediquen a las Humanidades, ya que se dice que son más fáciles para ellas.
Con su investigación estas dos camerunesas aportan conocimiento y comprobación científica, analizando los principios activos y mecanismos de acción de los remedios tradicionales a los que recurre el 80% de la población africana para abordar sus necesidades básicas de salud.
Fuente: JUNIO 2024 – Nº222. Boletín de los Misioneros de África (Padres Blancos) y Hnas. Misioneras de Ntra. Sra. de África (Hermanas Blancas)