24 de junio de 2020 4:15 am
Durante la Audiencia General celebrada este miércoles 24 de junio en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco señaló que “la oración nace de la convicción de que la vida es un misterio asombroso”.
En una nueva catequesis sobre la oración, el Papa se centró este miércoles en la figura del rey David, “predilecto de Dios desde niño que fue elegido para una misión única que jugará un papel central en la historia del pueblo de Dios y de nuestra misma fe”.
Recordó que “en los Evangelios, Jesús es llamado muchas veces ‘Hijo de David’; de hecho, David, como Él, nació en la ciudad de Belén. De la descendencia de David, según las promesas, procede el Mesías: un rey totalmente según el corazón de Dios, en perfecta obediencia al Padre, cuya acción realiza fielmente su plan de salvación”.
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“El mundo que se presenta a sus ojos”, continuó el Santo Padre, “no es una escena muda: su mirada atrapa, detrás de las cosas, un misterio más grande. La oración nace precisamente de ahí: de la convicción de que la vida no es algo que se nos escapa, sino un misterio asombroso que nos empuja la poesía, la música, al agradecimiento, a la alabanza, o también al lamento, a la súplica”.
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“Hay un hilo rojo en la vida de David que da unidad a todo lo que sucede: su oración. Esa es la voz que no se apaga nunca. El David santo, reza; el David pecador, reza; el David perseguido, reza; el David perseguidor, reza; el David víctima, reza; y también el David verdugo, reza. Ese es el hilo rojo de su vida: un hombre de oración”.