LAS ROZAS (MADRID).
ECLESALIA, 20/07/22.- Amigas y amigos: En el relato que nos propone la liturgia para este domingo, los discípulos le piden a Jesús que les enseñe a orar.
Además de la oración del Padre Nuestro, se añaden dos lecciones más sobre la insistencia en nuestras peticiones. Todo el conjunto de instrucciones está muy condicionado por la cosmovisión y las creencias de la época, que no coinciden con las nuestras. “Padre nuestro, que estás en los cielos. Santificado sea tu nombre”. Nuestros comentaristas nos ayudan a descubrir, en medio de tantos conceptos que hoy no nos dicen nada, esas valiosas aportaciones de Jesús, fruto de su experiencia personal.
Para los de Madrid hay una propuesta de meditación y silencio para el último fin de semana de julio. Más información en el Tablón de Anuncios.
Evangelio y comentarios al Evangelio
Lucas 11, 1-13. Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.
Miguel Ángel Munárriz: Orar. Jesús nos hizo entrega de su Dios, Abbá, y partícipes de su propia relación con Él.
José Luis Sicre: Aprendiendo a rezar. Ante una persona importante es fácil quedarse sin palabras, no saber qué decir. Mucho más ante Dios. Enseñar a hablarle a Dios, este será el tema del evangelio.
Enrique Martínez Lozano: El yo y la oración de petición. Cuando nos identificamos con el yo, percibimos nuestra vulnerabilidad y hacemos de la oración de petición el último asidero al que amarrar la confianza olvidando que somos plenitud ilimitada.
Fray Marcos: Dios es infinitamente más que padre y madre. No es un ser más junto a, o fuera de, los demás seres. Es origen, principio, fuente y fundamento de todo lo que es.
José Antonio Pagola: Necesitamos orar. Quizá la tragedia más grave del hombre de hoy sea su incapacidad creciente para la oración.
Fuente: https://eclesalia.net/2022/07/20/la-oracion/
Texto completo: Materiales 17º Ordinario