El volcán Nyiragongo, ubicado al norte de Goma, hizo erupción el sábado pasado, causando grandes daños materiales en esa ciudad y dando lugar a que miles de personas de los dos millones que habitan la capital de la provincia de Kivu del Norte huyeran hacia Sake, en la misma provincia, o del vecino Rwanda.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) más de 150 niños fueron separados de sus familias y al menos 170 más habrían desaparecido.
Las cifras preliminares también dan cuenta de trece muertes y de unas 5000 personas cuyas viviendas fueron destruidas por el fenómeno geológico.
El Secretario General de la ONU señaló que el desastre es especialmente preocupante ya que se produce en un momento de enormes necesidades humanitarias en la región, exacerbadas por la inseguridad, la pandemia de COVID-19 y el impacto socioeconómico de ésta.
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