Dinko Hanaan Dinko, University of Denver China está proporcionando mascarillas, vacunas, equipos médicos y personal a los países africanos ignorados por Estados Unidos en los últimos años, colocándose como socio esencial para la región.
16 marzo 2021 17:26 CET
Ser chino en África fue el peor de los estigmas posibles durante gran parte del año 2020. Muchos africanos denigraron a los chinos, ya que los culpaban de la pandemia de la COVID-19. Al mismo tiempo, China también culpaba a los africanos de la pandemia. Algunos vídeos virales de marzo y abril de 2020 mostraban a las autoridades chinas desalojando a la fuerza a africanos de sus casas en Cantón por transmitir presuntamente la enfermedad.
Estas acciones provocaron un escándalo en el continente. En redes sociales, hubo llamamientos para deportar a los residentes chinos en África. La etiqueta de Twitter #DeportRacistChinese fue tendencia.
Pekín trató de mejorar su imagen con una «diplomacia de mascarillas», un esfuerzo por suministrar vacunas, equipos médicos y personal al continente, y funcionó.
Como estudiante de doctorado en Geografía que ha escrito mucho sobre África, reconozco que esta «diplomacia de mascarillas» por parte de China forma parte de su mayor incursión en África, que es fruto además del retiro global de Estados Unidos.