Según informó este viernes en rueda de prensa en Ginebra el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Boris Cheshirkov, los enfrentamientos entre comunidades empezaron el pasado 15 de enero en el Estado de Darfur Occidental y al día siguiente se propagaron al de Darfur Meridional.
Unos 3500 sudaneses consiguieron atravesar la frontera con Chad y llegaron a la provincia de Ouaddaï, situada al este de la nación africana. La mayoría de estas personas son mujeres y niños a los que se acogió en cuatro localidades muy remotas que carecen de servicios básicos o infraestructuras públicas y sobreviven refugiados bajo los árboles.
Debido a la pandemia del coronavirus las autoridades chadianas envían a los recién llegados a un centro de tránsito donde se someten a un periodo de cuarentena antes de reubicarlos a un campo de refugiados.
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