UNA GLORIA EXTERNA NO ES LA META
En los tres ciclos litúrgicos leemos, el segundo domingo de cuaresma, el relato de la transfiguración. Hoy leemos el de Mc, que es el más breve, aunque hay muy pocas diferencias con los demás sinópticos. Lo difícil para nosotros es dar sentido a este relato. Marcos coloca este episodio entre el primer anuncio de la pasión y el segundo. Parece que hay una intención clara de contrarrestar ese lenguaje duro y difícil de la cruz.
Es muy complicado encontrar un significado coherente con nuestra perspectiva actual. Sobre todo, si nos negamos a entrar por la puerta fácil y trillada de la explicación oficial. Para mí, es inaceptable que Jesús se dedicara hacer su puesta en escena particular. Mucho menos que tratara de dar un caramelo a los más íntimos para ayudarles a soportar el trago de la cruz (cosa que no consiguió). Con ello estaría fomentando lo que tanto critica Mc en todo su evangelio: El poner como objetivo último la gloria; aceptar que lo verdaderamente importante es el triunfo personal, aunque sea a través de la cruz.
Texto completo: Domingo 2º de Cuaresma – ciclo ‘B’ – por Fray Marcos