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De nuevo, Ngũgĩ wa Thiong’o. De nuevo, el autor keniano. De nuevo, el sentido común de la sabiduría. De nuevo, la poesía. Y de nuevo, una mano honesta para sostener un mundo que se tambalea. Gũtirĩ ũtukũ ũtakĩa, esa es la lección definitiva en gĩkũyũ:
No hay noche tan oscura
que no acabe al alba
El escritor keniano ha querido compartir unos versos de esperanza en medio de la crisis. De hecho, desde su enfoque no se trata de un intento de generar esperanza, sino de un recordatorio de la realidad. El autor ha retomado una idea que ya expresa en La casa del intérprete “incluso la noche más oscura acaba con el amanecer”.
(…)
En todo caso, la carga más firme de esperanza, más allá de la posibilidad de superar esta prueba, está en los versos del escritor en los que confía en que la lección permita aprender y modificar el camino de algunos comportamientos depredadores.