La hepatitis E es la causa más común de la hepatitis aguda vital, y causa aproximadamente 20 millones de infecciones y 44.000 muertes cada año. Desde el año 2012, existe una vacuna (Hecolin) para prevenirla. Y, desde 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda considerar su uso para responder a brotes epidémicos de esta enfermedad, que es particularmente mortal para las mujeres embarazadas. Sin embargo, este 2022 ha sido la primera vez que se ha utilizado, cuando las autoridades de Sudán del Sur, junto a Médicos Sin Fronteras (MSF), han llevado a cabo la primera campaña mundial de inmunización en respuesta a una eclosión de esta dolencia. Así, 25.000 personas, incluyendo gestantes, han recibido, entre marzo y abril, las dos primeras dosis en el campo de desplazados de Bentiu, el más grande del país, según informó el pasado jueves la organización médica y humanitaria. En octubre se llevará a cabo la tercera y última ronda. Todos los expertos consultados coinciden en que se trata de una buena noticia.
Hasta ahora la vacuna solo se había usado de forma individual en China, único lugar donde se produce y se comercializa y donde se emplea para vacunar a viajeros