El Secretario General de la ONU condenó este lunes la constante violencia contra los manifestantes en Sudán y llamó a las fuerzas de seguridad de la nación africana a actuar “con la máxima moderación” y a cumplir con sus obligaciones relacionadas con los derechos de libertad de reunión y expresión.
La solicitud de António Guterres se produjo tras la dimisión del primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, quien, según informaciones de prensa, renunció hoy a su cargo al finalizar una nueva jornada de protestas en la capital del país, Jartum, que habrían ocasionado la muerte de dos personas.
En un comunicado de prensa emitido por la Oficina de su portavoz, Guterres “tomó nota” de la decisión de Hamdok y lamentó “que no se haya llegado a un entendimiento político sobre el camino a seguir, a pesar de la gravedad de la situación en Sudán”.
El pasado 25 de octubre el ejército sudanés perpetró un golpe de Estado en el que se disolvió el gobierno civil, se arrestó a líderes políticos y se declaró el estado de emergencia. El primer ministro sudanés fue detenido y permaneció bajo arresto domiciliario hasta el pasado 21 de noviembre cuando fue reinstaurado en su cargo.
El Secretario General exhortó a todas las partes interesadas a “seguir participando en un diálogo significativo” que conduzca a “una solución inclusiva, pacífica y duradera”.