SEP 21, 2023
El 15 de diciembre de 2013, todo el país se había reunido para conmemorar la muerte del icono de la lucha contra el apartheid: Nelson Mandela. Las multitudes se agolpaban en un memorial que prometía ser un tributo emotivo a la unidad y la reconciliación en Sudáfrica. Sin embargo, lo que siguió fue un giro inesperado.
El intérprete que iba a traducir los discursos de los líderes presentes, incluido el del presidente, Jacob Zuma, en lugar de traducir el discurso en lenguaje de signos, lo que desplegó ante los ojos del mundo fue una traducción sin sentido. Cada gesto parecía una improvisación sin conexión alguna con el discurso que debía traducir.
Este incidente, que ocurrió en uno de los mayores eventos de la historia de Sudáfrica, fue como un rayo que iluminó una verdad incómoda: la comunidad sorda había sido excluida durante demasiado tiempo. Surgió un escándalo que no solo cuestionó la capacidad del intérprete, sino también el proceso de selección por parte del gobierno.
El funeral fue un punto de inflexión en el debate nacional. Un llamado a la acción que resonó en todo el país, impulsando la necesidad de políticas inclusivas que abordaran las barreras que enfrentaba la comunidad sorda. Tras años de lucha, en julio de este año, el gobierno sudafricano aprobó el lenguaje de signos sudafricano como duodécima lengua oficial en el país.
Se estima que hay más de 600.000 sudafricanos que utilizan el lenguaje de signos, con hasta 4 millones de ciudadanos con problemas auditivos graves. No sólo se trata de personas sordas, sino también de los profesionales y familias que trabajan con miembros de la comunidad sorda. En el mundo hay alrededor de 70 millones de personas sordas y gran parte de ellas aún se enfrentan a una serie de obstáculos como puede ser en la atención médica o la educación que dificultan el acceso a derechos básicos. Es por eso que el reconocimiento oficial del lenguaje de signos en Sudáfrica es un paso importante hacia la superación de estas barreras y la promoción de la igualdad de derechos para la comunidad sorda.