3 enero 2024 10:38 CET
La misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (RDC), Monusco, finaliza después de 20 años. Será reemplazado por tropas de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC), encabezadas por el ejército sudafricano. Thomas Mandrup, experto en gobernanza de la seguridad africana y en política exterior y militar de Sudáfrica, escribió recientemente un artículo sobre el tema. Le preguntamos sobre la nueva misión y lo que le espera.
¿Qué motivó el despliegue?
La situación de seguridad en el este de la República Democrática del Congo se ha deteriorado en los últimos meses y se han generado críticas contra la fuerza de la ONU, Monusco, que debía comenzar su retirada poco después de las elecciones nacionales del 20 de diciembre.
También hubo una creciente frustración con la Fuerza Regional de la Comunidad de África Oriental debido a su falta de impacto positivo en la situación de seguridad en el este de la República Democrática del Congo. Además, había competencia entre la Comunidad de África Oriental y los estados miembros de la SADC por la influencia futura en la República Democrática del Congo.
La República Democrática del Congo se convirtió en miembro de la Comunidad de África Oriental en 2022 y tiene relaciones comerciales históricas con África Oriental.
¿Qué desafíos le esperan a la misión de la SADC?
Se espera que la misión de la SADC en la República Democrática del Congo (que lleva el acrónimo (SAMIDRC)) reemplace a la Fuerza Regional de la Comunidad de África Oriental y ayude a las fuerzas de seguridad nacionales en la lucha, especialmente contra los rebeldes del M23, un grupo supuestamente apoyado por Ruanda.
Se espera que la fuerza de la SADC intente, en cooperación con las fuerzas de seguridad locales, neutralizar a los principales grupos rebeldes que operan en el este de la República Democrática del Congo. Esto es algo que la Monusco y la Fuerza Regional de la Comunidad de África Oriental no han podido hacer durante los últimos 20 años.
Los grupos rebeldes operan en esa zona desde hace muchos años, conocen el terreno y están integrados con la población local.
Las lecciones aprendidas de la Brigada de Intervención de la Fuerza SADC/Monusco muestran que la nueva fuerza de intervención debe ser considerable y tener cobertura aérea adecuada, así como elementos de transporte y aéreos. También debe tener capacidades de fuerzas especiales y movilidad en terrenos muy difíciles. También se requiere inteligencia táctica y operativa y suficiente potencia de fuego.
Además, un documento interno de la SADC es instructivo: dice que a la fuerza regional le resultó difícil cumplir su mandato de desarmar a los insurgentes de Al-Sunnah en Mozambique debido a la falta de un mandato claro y de las capacidades necesarias.