Pablo Manzano, bc3 – Basque Centre for Climate Change; Lucas Yamat, bc3 – Basque Centre for Climate Change/ 13 junio 2022 20:03 CEST
El esfuerzo del Gobierno de Tanzania por desalojar a los habitantes de la zona de conservación del Ngorongoro es otra muestra de la creciente tensión entre la conservación de la naturaleza y los medios de vida locales en África.
El Área de Conservación del Ngorongoro, en el norte de Tanzania, es una zona espectacular formada por extensas llanuras, bosques y sabanas. También alberga una enorme caldera (depresión por la erupción y derrumbe de un volcán) conocida como el cráter del Ngorongoro.
El Área de Conservación, que abarca unos 8 292 km2, es especial por la gran cantidad de fauna que alberga, lo que hizo que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad en 1979.
También es especial porque cuando se estableció en 1959 se planificó como una zona de uso múltiple del suelo, donde fauna salvaje y pastores masái coexistirían. Los pastores han subsistido en esta zona durante al menos los últimos 100 años y se les aseguraron derechos territoriales permanentes. Entre ellos se encontraban los derechos de circulación, de residencia y de pastoreo y cultivo.
Sin embargo, preocupa que el Gobierno tanzano esté intentando obligar a miles de personas a abandonar el Área de Conservación. Se está haciendo mediante acoso y restricciones, como prohibir cultivos y limitar el acceso a ríos y pastos para alimentar a su ganado.