De Rachel Dubale
¿Qué supone la victoria presidencial de Javier Milei para las minorías negras e indígenas de Argentina?
El 19 de noviembre, Javier Milei alcanzó la presidencia de la República de Argentina con el 56 % de los votos. Sin embargo, se espera que su victoria afecte significativamente a un segmento del país.
Durante mi intercambio de seis meses en la ciudad argentina de Venado Tuerto (75 000 habitantes) en 2016, solamente me encontré con una persona con la que compartía la etnicidad negra por la calle en una ocasión. Alguien con quien, casualmente, solían confundirme; además de una chica negra de Cuba, la única persona negra como yo en el instituto. A pesar de que el censo de esta pequeña ciudad pueda parecer insignificante, ilustra perfectamente una realidad que hace reflexionar: la presencia de personas negras en Argentina es escasa y los números han disminuido con el tiempo.
«Hay más por otros lados, acá no llegaron» es una teoría que prevalece en muchos argentinos, aunque la realidad es otra. El contacto entre Argentina y la gente negra, sobre todo de ascendencia africana, se remonta al mercado transatlántico de esclavos del siglo XVI, cuando los colonos españoles y portugueses llevaban a la gente del África Central y Occidental a la ciudad costera de Buenos Aires para venderlos y desplazarlos, sobre todo por el Río de la Plata, lo que hoy es Argentina y Uruguay. En Escondidas a plena vista. Las mujeres negras, la ley y la construcción de una República Argentina blanca, Erika Denise Edwards informa de que entre 1587 y 1640 desembarcaron alrededor de 45 000 esclavos africanos en Buenos Aires. Para finales del siglo XVIII, un tercio de la población argentina era negra.
Entonces, ¿qué ocurrió con la población negra africana en Argentina? Algunos adjudican su disminución a factores históricos como su activa implicación en conflictos como la Guerra de la Independencia contra los colonos españoles (1810-1819) y la guerra del Paraguay (1865-1870), en las que los hombres negros solían estar en primera línea, donde recibían los ataques más duros o incluso decidían desertar y huir del país. Estos factores coinciden con un proceso gradual de mestizaje y mezcla de etnias que produjo un blanqueamiento de la población (tanto en términos físicos como ideológicos).
A esta compleja combinación se le suma la retórica política. Algunos líderes argentinos influyentes, como Domingo Faustino Sarmiento en el siglo XIX, idealizaron la Europa blanca. La veían como un modelo para superar los retos socioeconómicos del país y como una narrativa que implicaba la ausencia de población negra en Argentina, que por lo tanto suprimía una parte integral de la historia de la nación.
Para seguir leyendo: https://umoya.org/2023/12/13/ser-negro-en-argentina/