San Juan de la Cruz, gran místico español del siglo XVI, nos ha dejado una obra escrita bajo forma de una larga y magnífica poesía, pero que puede desconcertar a muchos de nuestros contemporáneos. Este carmelita reformó el Carmelo con Teresa de Ávila. En su obra describe un largo camino iniciático, difícil, incluso oscuro para algunos. Juan de la Cruz ¿puede hablar a nuestros contemporáneos ?
Es difícil, es verdad, pero si nos acercamos verdaderamente a lo que leemos, es un autor muy claro, incluso transparente. En su pensamiento no hay confusión, no es difícil leer lo que escribe. Pero lo que escribe atañe a cosas sumamente importantes y profundas y, por ende, difíciles.
Nos habla de nuestra vida profunda con Dios. ¿Es arduo explicar esta vida?
Sí, porque nos distraemos continuamente. Ahora bien, es necesario tener una gran concentración para descubrir qué es lo más importante en nosotros. No lo vemos espontáneamente, tenemos que acercarnos a ello.
¿Cómo llegó san Juan de la Cruz a describir de este modo los meandros de la vida espiritual, del alma, como decía él?
No sabemos mucho de él, y su obra es de todo menos autobiográfica. Él habla del alma, pero del alma de cada uno, no de la suya. El alma es un personaje conceptual, en el que nos podemos reconocer, comprometidos en el itinerario de la existencia. Pasa el tiempo buscando una respuesta a la pregunta: ¿Qué es importante, esencial? ¿Dónde está el absoluto? Juan de la Cruz había encontrado su camino muy pronto, pensando que sería un contemplativo. Pensó en ser cartujo. Pero Teresa de Ávila, que fue a su primera misa, lo reclutó para una vida mucho más activa de lo que él imaginaba. Conocemos los poemas que escribió, y los comentarios que hizo.
Sus poemas exaltan la vida del alma enamorada de Dios
Es, efectivamente, el gran tema de Juan de la Cruz: el deseo. Cuando el deseo quiere alcanzar el absoluto, es el deseo de Dios. Es lo que él describe con una gran belleza en sus poesías, pero no podemos comprenderlas totalmente si no leemos los comentarios, que explican, desarrollan, el tema central, que es, ni más ni menos, que toda la existencia, todo el ser humano.
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