02/10/2023 – EUKLERIA
Consuelo Vélez. religiondigital.org
A puertas del sínodo retomo la frase que se invoca de que el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo. Supongo que con esto se quiere decir que del Sínodo no puede salir otra cosa sino lo que está en el horizonte del evangelio, de la praxis del reino vivida por Jesús, del querer de Dios sobre la humanidad. Pensar que el Espíritu va a conseguir “mágicamente” un resultado distinto al que proporcionen los también protagonistas del sínodo -varones y mujeres participantes-, sería pensar en el Dios que interviene por encima de nuestra voluntad y realiza incluso lo contrario de lo que nosotros posibilitamos.
Lo anterior que he dicho es complicado y más de uno debe estar cuestionando lo afirmado. Acaso ¿no creemos en la fuerza de la oración? ¿no es válida la oración al Espíritu Santo para que ilumine nuestras decisiones? Resolver por la lógica humana estos interrogantes es bastante complejo porque si damos una afirmación parece que negamos lo contrario y viceversa. La respuesta no puede darse fuera del horizonte del “misterio de Dios” que excede nuestras comprensiones pero que no niega nuestros esfuerzos de comprender y formular de la mejor manera algunas realidades. Por lo tanto, aclaro: la oración es esta actitud de apertura a Dios, de toma de conciencia de que su misterio nos supera, de aceptación de nuestra fragilidad humana que puede optar por lo contrario de lo que Dios quiere. Por eso es necesaria e imprescindible para entrar en un proceso de discernimiento que nos lleve a tomar la mejor opción dentro de lo posible. Invocar al Espíritu, pedirle que él guie nuestros pensamientos, sentimientos, decisiones, es lo más honrado que podemos hacer antes de cualquier proceso de escucha, reflexión y decisión. También lo más honrado es estar dispuestos a escucharlo, sabiendo que el evangelio nos desinstala, nos confronta, nos empuja a cambios y a sinceras conversiones.
En este último sentido, deberíamos pedirle nos ayude a reconocer y tomar conciencia del “desde dónde” hablamos y, para el caso de un sínodo, por ejemplo, del lugar eclesial que ocupamos, de la teología que manejamos, de la experiencia pastoral que tenemos, de la mentalidad que hemos cultivado, etc. Sin el reconocimiento propio de lo que nos constituye, actuaremos según eso que somos, pero tal vez, sin abrirnos suficientemente a lo que puede ser distinto o a las múltiples visiones que existen pero que no han tocado nuestro mundo y por eso somos incapaces de percibirlas, menos de entenderlas y más aún de creer que son importantes. Creo que sobre esto no se trabaja suficiente. De ahí que los diálogos tantas veces son infecundos porque cada quien defiende su postura, es lo que le constituye, pero no toma conciencia de que habla desde su lugar y desconoce los otros lugares.
Artículo completo: PEDIR-AL-ESPÍRITU-SÍNODO2023
Fuente: https://eukleria.com/2023/10/02/que-pedirle-al-espiritu-santo-para-el-sinodo/