El concepto de cambio climático o cambio global resulta demasiado difuso para definir el fenómeno que vivimos. Nos encontramos ante un proceso de deterioro ambiental; ante una pandemia ambiental.
Las epidemias y pandemias sanitarias, cada una con sus características, peculiaridades y contextos sociales y económicos, llevan siglos azotando a la humanidad.
Por lo tanto, y en palabras de nuestro colega Armando Menéndez Viso, filósofo y economista, profesor de la Universidad de Oviedo, la pandemia de covid-19 no es un fenómeno nuevo para la Filosofía. La novedad son los efectos derivados de un contexto especial. Lo que sí resulta nuevo para esta disciplina es el cambio climático que el planeta Tierra está experimentando actualmente, relacionado con la actividad humana y el calentamiento global.
Los cambios en el clima no constituyen un fenómeno desconocido en la historia de la Tierra. En épocas geológicas pretéritas, el planeta ha experimentado notables variaciones y episodios climáticos singulares y extremos (por ejemplo, las glaciaciones). Pero todos ellos han sido anteriores a la aparición de los homínidos y su evolución hacia Homo sapiens, y, por tanto, se han producido al margen de cualquier influencia humana.
El cambio climático al que asistimos en la actualidad tiene, sin embargo, causas antropogénicas bien documentadas. Se trata de un proceso en el que influye la actividad humana. Principalmente, a través de la emisión de gases resultantes de la quema de combustibles fósiles (que calientan y contaminan el planeta) y de la sobreexplotación de los recursos naturales.