LA LIBERTAD DE CONCIENCIA
“La Conciencia es el centro más secreto del hombre, el santuario donde está solo ante Dios y donde su voz se hace oír… En el fondo de su conciencia, el hombre descubre la presencia de una ley que él no se ha dado a sí mismo, pero a la que se siente obligado de obedecer. Esta voz no cesa de empujarle a amar y a cumplir el bien y evitar el mal…” (Constitución Gaudium et Spes del Vaticano II, 16). Esta ley está grabada en el corazón de todo hombre por el Creador.
Existe un derecho fundamental que no se puede olvidar en el camino de la fraternidad y de la paz, es la libertad religiosa para los creyentes de todas las religiones.
Esta conciencia, llamada también conciencia profunda, hay que distinguirla del “acerca de mi” freudiano o de la conciencia socializada que es la voz del grupo o del medio de pertenencia. Siendo fieles a su conciencia profunda, toda persona, en relación con los otros, está llamada a buscar la verdad y a encontrar respuestas adaptadas a los numerosos problemas éticos de su vida personal o de la vida social.
Texto completo: LA LIBERTAD DE CONCIENCIA
Documentos enviados por José María Cantal Rivas desde Argelia
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