Merece la pena esta entrevista con Marina Garcés que ha publicado la revista CTXT (Contexto y Acción). Y seguro que merece la pena leerse el libro completo (que desde aquí recomendamos). Escuchamos en su reflexión ecos de certezas que la pedagogía «crítica» ya nos viene planteando. Escuela y política, en el sentido más filosófico y noble del término, son inseparables. Pensar que detrás de cualquier propuesta, por técnica o metodológica que parezca, no hay una postura «política» es estar fuera del mundo. Lástima que la formación inicial de los actuales docentes cada vez sea más parca en Filosofía de la Educación. Por eso, que una filósofa nos ayude a pensar en la Escuela siempre será de agradecer (manuelaraus)
Quebrar esa inercia viciosa de que los alumnos son receptáculos mudos y extáticos en los que depositar una amalgama de saberes (en apariencia) aislados e incomunicados. Reivindicar, en su lugar, la dialéctica sin privilegios ni servidumbres en la que cuantos estén en el aula (y un aula no tiene por qué ser un habitáculo cerrado) establezcan relaciones simbióticas que permitan un aprender juntos. Un educar como sustrato de la convivencia capaz de descubrir formas de vida posibles. Esta es la propuesta que desarrolla la filósofa y profesora Marina Garcés (Barcelona, 1973) en su último ensayo, Escuela de aprendices (Galaxia Gutenberg).
Para seguir leyendo: https://educacionparalasolidaridad.com/2021/02/22/marina-garces-toda-educacion-es-politica-pero-no-todos-sus-problemas-pueden-resolverse-desde-la-politica-institucional/