La Misión de Investigación Independiente sobre Libia denuncia la vulneración de las garantías fundamentales dentro de varias prisiones aparentemente cerradas pero que siguen funcionando en secreto. Además, indica que el aplazamiento de las elecciones previstas para diciembre de 2021 ha provocado una nueva agitación política en la nación norafricana.
La transición hacia la paz, la democracia y el Estado de derecho en Libia se ve obstaculizada por las violaciones continuas y graves de los derechos humanos y por una cultura de la impunidad, según destaca el segundo informe de la Misión de Investigación Independiente sobre Libia* que se presentará este miércoles al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El reporte de este grupo de expertos en las garantías fundamentales cita múltiples transgresiones que dificultan la transición democrática en la nación norafricana, tales como la intimidación y el acoso a activistas, los ataques al poder judicial, y las violaciones generalizadas que sufren los grupos vulnerables como los migrantes, las mujeres, los activistas y las personas detenidas.
Las violaciones de los derechos humanos de los detenidos son generalizadas
Los integrantes de la Misión, compuesta por tres especialistas, concluye “que hay motivos razonables para creer que se están violando los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario en varios centros secretos de detención de Libia”.
Las averiguaciones en curso de la Misión incluyen informes de violaciones de derechos humanos en el interior de varias prisiones que se declararon como cerradas pero que, al parecer, siguen funcionando en secreto y como redes de cárceles clandestinas supuestamente controladas por diferentes milicias armadas. Del mismo modo, descubrieron que las autoridades no cumplieron con las órdenes de liberación de los detenidos en numerosos casos.