La risa ha sido durante mucho tiempo una prerrogativa masculina. Sin embargo, en la antigüedad, algunos mitos mencionan a diosas que utilizaban la obscenidad para entretener al público.
Una parte importante de los cómicos actuales son mujeres. Sin embargo, la risa ha sido durante mucho tiempo una prerrogativa masculina, como nos recuerda la historiadora Sabine Melchior-Bonnet en su ensayo, Le rire des femmes, une histoire de pouvoir (PUF, 2021).
Desde la Antigüedad, la risa ha sido considerada “contraria a la imagen de la mujer humilde y pudorosa”, escribe Melchior-Bonnet. Una mujer que se reía en público era a menudo equiparada con una prostituta o, más recientemente, con una loca histérica, mientras que un hombre que bromeaba, incluso de forma muy atrevida, no era objeto de la misma reprobación.
Las fuentes antiguas confirman esta discriminación a través de la risa, aunque nos ofrecen algunas figuras raras de mujeres humoristas. No se trata de personajes históricos, sino mitológicos. Sin embargo, demuestran que para los antiguos griegos o egipcios reír y hacer reír no eran privilegios exclusivamente masculinos.