6 de octubre de 2021 – 12:41 AM
Hoy, 6 de octubre, la Iglesia recuerda a San Bruno de Colonia, fundador en 1084 de la Orden de los Cartujos. El sabio y devoto cardenal Giovanni Bona (s. XVII), hablando de los monjes cartujos afirmaba: «el gran milagro del mundo: viven en el mundo como si estuviesen fuera de él; son ángeles en la tierra, como Juan Bautista en el desierto».
San Bruno nació en Colonia, entonces parte del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue profesor de filosofía y teología en la escuela de Reims (Francia), donde enseñó durante 18 años, haciéndose conocido por haber aportado al prestigio académico de esa casa de estudios. Después pasó a ser canciller de la diócesis, nombrado por el arzobispo Manasés.
La Iglesia considera la vida de los cartujos como paradigma del estado de contemplación y penitencia. Sin embargo, cuando los primeros monjes se establecieron en Chartreuse, no se tenía la menor intención de fundar una orden religiosa. Si se llegó a eso fue por el fervor y la entrega de sus miembros, las que suscitaron el apoyo del delfín de Francia y de la Iglesia, la que terminó formulando una invitación a instituirse. El conde Rogelio, hermano del Duque de Apulia y Calabria, Roberto Guiscardo, regaló a San Bruno el fértil valle de La Torre, en la diócesis de Squillace. Ahí se estableció el santo con algunos discípulos.