En abril de 2019, el gobernante Omar al-Bashir fue derrocado por los militares tras meses de protestas populares, y se estableció un gobierno de transición compuesto por militares y civiles, tras un acuerdo de reparto de poder, que debía conducir a unas elecciones plenamente democráticas en 2023.
En estos momentos, según informaciones de las agencias de noticias, los militares sudaneses han disuelto el gobierno civil, arrestado a líderes políticos y declarado el estado de emergencia. Los manifestantes habrían tomado las calles de la capital, Jartum, y se tienen noticias de disparos.
El Secretario General declaró, a través de su cuenta en Twitter, que «debe haber pleno respeto a la carta constitucional para proteger la transición política que tanto ha costado conseguir».
«Las Naciones Unidas seguirán prestando apoyo al pueblo de Sudán», aseguró Guterres.