Europa no se entera: no es solo el dinero lo que atrae a futbolistas africanos a Arabia Saudí

“Mi madre es musulmana como yo. Ella fue la primera en querer que yo viniera aquí. Toda mi familia estaba emocionada, así que no fue difícil; es importante para mi fe. Me complace ser parte de este proyecto y, para sacarlo adelante, tenemos un futuro brillante por delante”, Sadio Mané, delantero del Al-Nassr.

“Es donde quiero estar. Para mí es importante estar en un país musulmán, donde siento que la gente ya es como yo. Me permitirá tener una nueva vida y no puedo esperar a vivir allí”, Karim Benzema, delantero del Al-Ittihad. 

Mané es senegalés y musulmán. Benzema es francés de nacimiento, pero de padres argelinos. El primero dejó el Bayern de Múnich, el segundo el Real Madrid. Como ellos, Riyahd Mahrez también ha preferido abandonar el campeón de Europa de la temporada pasada, el Manchester City, por la liga de Arabia Saudí. También han dejado Inglaterra los senegaleses Kalidou Koulibaly y Edouard Mendy, central y portero del Chelsea, respectivamente. 

De los casi 100 fichajes que se han hecho en la liga saudí este verano, 36 han sido de jugadores africanos de hasta 18 países distintos. La gran mayoría, 29 de ellos, son nuevos en el país. Es decir, uno de cada tres vienen de África. En total, la liga saudí cuenta con 56 jugadores de 21 países africanos.

La aparición de este nuevo fenómeno ha supuesto un boom en Europa, con entrenadores como el del Liverpool, Jürgen Klopp, preocupados. “¿Quizás podamos cambiar ligeramente algunas reglas o leyes? A todos nos sorprende la actividad de Arabia Saudí. Se siente como una amenaza”, dijo. El alemán está en ascuas desde que se relacionara a su estrella, el egipcio Mo Salah, con el equipo Al-Ittihad, movimiento que no se dará este mercado, pero que puede esperarse en 2024.

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