¿Puede la energía verde impulsar el futuro de África?
18 julio, 2025
La BBC obtiene un acceso excepcional a la mina congoleña que alimenta los teléfonos móviles
23 julio, 2025
Mostrar todo

Etiopía: la importancia de cuidar los burros en la economía local

Manadas de burros acuden al patio de la única clínica especializada de Adís Abeba, la capital de Etiopía.

Algunos dueños acuden para que sus animales reciban su dosis semestral de desparasitaciones. Otros sospechan una contaminación parasitaria después de que sus animales hayan perdido el apetito.

Uno de los ocho burros de Jamal Yesuf tiene una herida de diez centímetros en el lomo, que apareció después de obligarlo a cargar 100 kg de mercancías. «Casi había sanado, pero la herida empeoró al volver a trabajar», explica el hombre de treinta años.

Como la mayoría de los clientes habituales de la clínica financiada por Donkey Sanctuary, una ONG británica que colabora con el Ministerio de Agricultura de Etiopía, Jamal Yesuf se gana la vida transportando grano entre un molino y el Merkato, el mercado más grande del país, situado cerca de la clínica veterinaria.

En este país, hogar de más de 10 millones de burros para una población de 130 millones, la apertura de la clínica en 2007 respondió a un doble imperativo económico y social.

Estos animales suelen ser el único medio de transporte en el segundo país más poblado de África, donde menos del 2% de los residentes posee un vehículo, mientras que los precios del combustible se disparan tras las reformas económicas impuestas por el FMI.

«La clínica es un pilar fundamental para la salud de los burros, que son mi principal fuente de ingresos», afirma Wobeshet Belay.

Si bien comprar un burro cuesta alrededor de 15.000 birr (poco menos de 100 €), la atención gratuita que ofrece el Santuario de Burros prolonga su vida útil una media de cinco años, según Bojia Endebu, presidenta de la Asociación de Veterinarios de Etiopía.

Con los ahorros, Wobeshet Belay invirtió en un coche que le permite transportar más mercancías y complementar su salario. Antes de abrir el centro de Adís Abeba, el Santuario de Burros trataba a burros maltratados en una clínica móvil. Este fue un primer paso para alejarse de los remedios tradicionales a base de pociones de hojas.

«A veces, los burros se curaban gracias a su sistema inmunológico. Si seguían débiles, era imposible revenderlos. Así que los estaba abandonando», confiesa Asafa Derese, alzando la voz para acallar el rebuzno de uno de sus cuatro animales. La cuerda que une su pata delantera con la trasera para evitar que se escape le dañó el pelaje, dejando su carne al descubierto.

El veterinario Dereje Tsegaye recomienda telas más suaves para evitar este tipo de lesiones. Durante los talleres de formación para dueños de burros, el especialista también explica cómo usar una manta protectora adaptada a la morfología del animal antes de cargarlo.

Además de la clínica de Adís Abeba, el Santuario de Burros ha abierto seis sucursales en todo el país. «La atención que se brinda a los burros, pero también a las mulas y los caballos, está mejorando gradualmente», señala Getahun Asebe, investigador en zootecnia de la Universidad de Gambella. «Sin embargo, la mayoría de los equinos carecen de acceso a atención médica, especialmente en las zonas rurales, donde caminan todo el día para acarrear agua. Los tratamientos tradicionales con hojas siguen siendo la norma, aunque tienden a empeorar la salud de los animales».

De vuelta en Adís Abeba, con la herida limpia y cubierta con crema cicatrizante, al burro de Jamal Yesuf se le recetaron dos semanas de descanso. «A los dueños les resulta difícil dejar descansar a sus animales porque necesitan el dinero», explica Biru Ensene, experto en salud animal del Santuario de Burros.

La ONG también presiona contra el lucrativo comercio de pieles de burro, que China aprecia por sus tratamientos rejuvenecedores. Según cifras publicadas el 26 de junio, cada año se sacrifican casi 6 millones de burros para abastecer este mercado, una cifra que podría aumentar a 7 millones en 2027.

En Etiopía, este comercio continúa a pesar de su prohibición el año pasado por parte de la Unión Africana. Una cruda realidad que contrasta con la benevolencia de Dereje Tsegaye. El veterinario intenta convencer a sus clientes de que sacrifiquen a sus animales cuando el dolor se vuelve insoportable.

Augustine Passilly – Adís Abeba (Etiopía) – LA CROIX 

Desde 2007, una clínica en Adís Abeba se dedica a estos animales, tan vitales en Etiopía.
Los beneficiarios también reciben formación en prácticas respetuosas, que tardan en generalizarse en el resto del país.

(Ver artículo fuente)

 


Notice: Trying to access array offset on value of type null in /home/misioner/public_html/padresblancos/themes/betheme/includes/content-single.php on line 286
PadresBlancos