Tan utilizado en películas, terapias y hasta realities, el término superviviente se va desgastando por abuso. Su noble significado pierde fuelle. Pero al referirse a Victoria Nyanjura (Oyam, Uganda, 1982), la palabra retoma el vuelo del ave fénix. La ugandesa sobrevivió a ocho años de secuestro por el Lord Resistance Army (LRA), un grupo armado cuasi mesiánico que aterrorizó el norte de su país desde su creación en 1987 hasta bien entrado el siglo XXI.
Un nefasto cóctel de delirio bíblico, culto al horror y cálculo geopolítico se cebó con los más vulnerables. Se calcula que unos 30.000 menores fueron obligados a empuñar las armas o a servir de esclavas sexuales. Hace años que el LRA permanece casi inactivo, pero su fundador, Joseph Kony, continúa libre, se cree que en la selva de la República Democrática del Congo.