La apuesta del Papa por los descartados se hace visible en su octavo consistorio
Es un ‘intocable’, la casta inferior, los más pobres y marginados de entre los pobres. Incluso dentro de la Iglesia católica. Y, desde el próximo 27 de agosto, será un nuevo cardenal de la Iglesia católica. Monseñor Anthony Poola, arzobispo de Hyderabad, abre una nueva puerta para la Iglesia de las periferias defendida por Francisco.
Una Iglesia abierta y para todos. Poola, de 61 años, es un ‘rara avis’ en el episcopado indio, que el Papa ha querido primar con dos nombramientos en el Colegio cardenalicio. Es el único de los 18 obispos diocesanos de India que pertenece a los descastados, que suponen el 65% de los católicos del país.
En declaraciones a AsiaNews, Poola afirmó aceptar «con humildad la voluntad de Dios. No soy digno». «soy un dalit, así que esto es una buena noticia para los católicos dalit y para toda la Iglesia de la India», subrayó.
Otro futuro cardenal perseguido es Peter Okpaleke de Ekwulobia, en el sureste de Nigeria. Su designación tiene un potente valor simbólico, pues estuvo en el centro de un conflicto entre 2012 y 2018, cuando sacerdotes y laicos de la diócesis de Ahiara se opusieron a su entrada, por razones étnicas (pertenecía al pueblo Ibo, mientras que en Ahiara eran mayoría los mbaise). Finalmente, en 2019 el Papa aceptó su renuncia a la diócesis. Pero Francisco se quedó con su nombre, el de un hombre resiliente y decidido a aguantar por el Evangelio.