Por Jose Ramon López | Oct 9, 2020
Uno de los sentimientos más extendidos en los últimos meses es el sentimiento de tristeza. Hay gente apagada, gente que ha perdido la ilusión, gente que vive atenazada por el miedo y el desconcierto, gente sin ganas de vivir, gente que no tiene ganas de nada…
No entraremos en las causas que nos pueden llevar a estar así, y no entraremos, tampoco, en que cualquiera de nosotros puede caer en este sentimiento sin darse cuenta, ni mucho menos pretenderlo.
Cuando nos preguntamos qué nos gustaría dejar a los demás, cuál será nuestro legado, qué podemos aportar como valor a la sociedad, a nuestros hijos, familiares, comunidad, Iglesia… entran en juego las capacidades, conocimientos, experiencia… pero lo que marca la diferencia de unos con respecto a otros es la actitud: la generosidad, la amabilidad, la simpatía, la honestidad personal, los valores puestos en marcha, la sonrisa…
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