29 diciembre 2020 21:19 CET
Durante el último milenio, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, la temperatura y la precipitación han sufrido cambios continuos.
Las especies han tenido que evolucionar y adaptarse continuamente a un clima en constante variación. Sin embargo, la velocidad de cambio actual, debida a la actividad humana, supone un desafío sin precedentes.
La capacidad de adaptación de las especies puede ser insuficiente ante las proyecciones de cambio climático y podría suponer pérdidas abruptas de biodiversidad en este mismo siglo. Por este motivo, en las últimas décadas, los científicos han puesto el foco en el cambio climático y sus efectos en las especies.
Las mariposas, indicadores de salud ambiental
Desde que los científicos empezaron a tratar de entender cómo el cambio climático puede repercutir en la biodiversidad, las mariposas han recibido gran atención, convirtiéndose en un grupo modelo de estudio. Este hecho no es fortuito; se debe a su carácter bioindicador.