Montserrat Gas Aixendri, Universitat Internacional de Catalunya/ 7 febrero 2023 18:53 CET
Escuchar y empoderar a las mujeres dentro de las comunidades religiosas es primordial para armonizar la libertad religiosa con la igualdad de género. También deberíamos abrirnos a otras lecturas sobre la igualdad que provienen de las tradiciones religiosas.
Existe una tendencia a creer que igualdad y secularidad son valores asociados mientras las religiones se suelen vincular con la desigualdad de género. Esta visión se revela, sin embargo, simplista, ya que es todavía escasa la investigación sobre en qué medida las actitudes de género en los contextos religiosos contribuyen a resultados de desigualdad para las mujeres.
Las feministas de la segunda ola consideraron las practicas religiosas como perjudiciales para la igualdad de las mujeres, pero olvidaron el influjo de las creencias en la vida ordinaria de muchas de ellas. Este análisis unidimensional tiende a crear un nuevo estereotipo: el de la mujer creyente y sometida, que se opone radicalmente a la feminista emancipada, que suele ser blanca y occidental.
La investigación reciente está intentando ir más allá de esta polarización. Trabajos como este cuestionan algunos de los presupuestos del feminismo liberal. En las últimas décadas se constata un creciente interés académico por los derechos e identidades de las mujeres religiosas en países con políticas secularistas donde el estatus hegemónico del laicismo occidental ha derivado en una limitación de los derechos religiosos, principalmente de migrantes y minorías.
Estas políticas, por otra parte, tienden a obtener impactos contrarios a los deseados, con el surgimiento de corrientes fundamentalistas y una reacción contracultural que favorece los roles de género considerados tradicionales.