Clelia Martínez Maza, Universidad de Málaga /24 abril 2024 23:06 CEST
Herramientas simples, técnicas ingeniosas, miles de obreros y una tecnología aún por investigar hicieron posible una de las grandes maravillas del mundo.
Este artículo forma parte de la sección The Conversation Júnior, en la que especialistas de las principales universidades y centros de investigación contestan a las dudas de jóvenes curiosos de entre 12 y 16 años. Podéis enviar vuestras preguntas a tcesjunior@theconversation.com
Pregunta de Jaime, de 16 años. IES El Fuerte. Caniles (Granada).
Es verdad que, cuando levantaron las pirámides, los egipcios no disponían de una tecnología ni por asomo parecida a la actual. No había grúas, ni elevadores, ni máquinas para cortar la piedra y desplazarla hasta el lugar de construcción. No existían ni siquiera herramientas de hierro (ten en cuenta que estaban aún en la edad del Bronce).
A simple vista, no parece que tuvieran capacidad técnica para levantar esas gigantescas tumbas faraónicas. Sin embargo, sus métodos de construcción fueron tan precisos que nada tienen que envidiar a los que se han empleado hasta el siglo XX.
Ingenieros y arqueólogos han investigado qué medios pudieron utilizarse en la construcción de las grandes pirámides. Las más conocidas son las tres situadas en Guiza, construidas por los faraones Keops, Kefren y Micerinos.
La de Keops es la más grande y alta –tiene 146 metros de altura– y fue edificada hacia el año 2550 antes de la era común (a.e.c.). Se calcula que se utilizaron 2,3 millones de bloques de piedra de entre 2,5 y 15 toneladas cada uno. Una mole de semejante tamaño pudo levantarse gracias a mucha mano de obra, tiempo y unos recursos que demuestran el gran conocimiento técnico de los egipcios.
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Para edificar estos soberbios monumentos hacía falta una gran cantidad de mano de obra: se ha calculado que en las pirámides de Guiza, por ejemplo, trabajaron nada menos que unos 10 000 obreros.
Durante los 30 años que duró la construcción de este complejo, los trabajadores se alojaron en poblados de carácter temporal cerca de las pirámides. Los huesos de animales que han encontrado los arqueólogos revelan que disfrutaban de una dieta rica en carne y, en general, de una buena alimentación.
Siempre se ha supuesto que las pirámides fueron construidas por esclavos, pero no es verdad. En realidad, eran habitantes egipcios libres, obreros organizados en cuadrillas que tenían tareas especializadas: tallar, transportar o colocar los bloques de piedra.