MATARÓ (BARCELONA).

ECLESALIA, 09/05/22.- La Aldea Global pide una visión universal, pero al mismo tiempo una acción concreta. Vivimos una realidad social radicalmente nueva. No hay historia y nos toca hacer historia viva. Y en esta historia viva, nadie debería vivir fuera de esa Aldea Global, no hay otra ni aquí ni allá. Por tanto, ninguna exclusión ni por sexo ni por etnias (sólo hay una sola raza: la humana) ni por religiones ni por ideologías ni por diferencia de poder adquisitivo, entre otros. La Aldea Global es la casa de todos y hay que cuidarla entre todos: El planeta Tierra. Éste se encuentra en un mar inmenso de galaxias y universos o en la inmensidad de los mundos o un multiverso infinitamente abierto. Esto más que un enigma (a resolver desde la razón) es todo un misterio (incorporarnos dinámicamente) con una visión humana profunda.

Y para eso necesitamos unos criterios de convivencia. Sólo hace unos siete mil años tenemos textos escritos; no tienen más autoridad que los textos actuales, pero sí son testigos de cómo eran los seres humanos en un momento dado, por las orientaciones que indicaban. Y, sorpresa ciertamente, estos textos son muy actuales. El ser humano se hace humano porque no nace humano, pero sí nace con la dignidad humana. Se desarrolla en un proceso de autorrealización o de ir madurando, obteniendo en cada momento su fruto. Siempre en un lugar concreto de espacio y tiempo, o si desea, en 1 m2, como me gusta expresar.

Fuente: https://eclesalia.net/2022/05/09/buda-y-freud/

Artículo completo: BUDA Y FREUD