EL AGAPE-DIOS NO ESTÁ CONDICIONADO POR MI AMOR
Juan 14,23-29
Seguimos en el discurso de despedida después de la última cena. El tema del domingo pasado era el amor manifestado en la entrega. Terminábamos diciendo que ese amor era la consecuencia de una experiencia interior, relación con lo más profundo de mí mismo, que es Dios. Hoy nos habla el evangelio de lo que significa esa vivencia íntima. La Realidad que soy es mi verdadero ser. El verdadero Dios no es un ser separado que está en alguna parte de la estratosfera sino el fundamento de mi ser y de cada uno de los seres del universo.
En estos siete versículos podemos descubrir las dificultades que encontraron para expresar la experiencia interior. Por cada afirmación que hemos leído hoy, encontramos en el evangelio otra que dice exactamente lo contrario. Es la prueba de que las expresiones sobre Dios no se pueden entender al pie de la letra. Necesitan interpretación porque nuestros conceptos no son adecuados para expresar las realidades trascendentes. En este orden puede ser verdad una afirmación y la contraria. El dedo y la flecha pueden apuntar los dos a la luna.
Fuente: https://www.feadulta.com/es/comentcol2.html
Texto completo: Domingo 6º de Pascua – ciclo ‘C’ – por Fray Marcos