4º domingo de Pascua A — 3 mayo 2020
Hechos de los Apóstoles 2, 14a.36-41 — 1Pedro 2, 20b-25 — Juan 10, 1-10
Nunca podremos desvelar el misterio que Jesús es, «Emanuel», «Dios con nosotros» (¿No es «Dios”, de entrada, ¿el Misterios de los misterios?). Pero no seríamos humanos si no intentáramos hablar de él, pensar en él, e incluso nombrarlo y describirlo. Los primeros discípulos lo hicieron usando títulos de la tradición bíblica, como «mesías», «sacerdote» o «profeta», que explicaban sólo en parte quién era Jesús y lo que él vivía. Marcos 8 menciona el error de Pedro, feliz al proclamar que Jesús era el Mesías (Cristo) y que no debía sufrir, y la dura reacción de Jesús: “¡Quítate de mi vista, Satanás, porque tus pensamientos no son los de Dios, ¡sino los de los hombres!”.
Comentario de José Ramón Echeverría Mancho, p.b.
Pamplona, 1 de mayo 2020
Texto: 4ºDomingoPascuaA
Imagen: https://www.religiondigital.org/vida-religiosa/Reconoces-voz-faltara_0_2226977318.html