Ezequiel 17,22-24 — 2 Corintios 5,6-10 — Marcos 4,26-34
La primera parábola, la de la semilla que crece por sí sola, aparece sólo en Marcos. Al igual que otras parábolas, utiliza la exageración para provocar. Después de todo, el sembrador no echaría la semilla en su campo si no supiera cómo iban a ir las cosas. Lo que la parábola busca mostrar es que el crecimiento del Reino es irresistible. También utiliza la exageración la segunda parábola, la de la semilla de mostaza, que se encuentra igualmente en el evangelio de Lucas. Es cierto que las semillas de mostaza son pequeñas, 1mm más o menos, pero la planta adulta no supera apenas 1m de altura. La parábola busca enfatizar el vínculo entre la pequeñez y debilidad de los comienzos, y la enormidad de la futura expansión cristiana.
Texto completo: 11º domingo B-Echeverría