Por Feyrouz con AFP • última actualización: 23/12/2020 – 16:53
Todo empezó aquí, hace 2020 años, por los menos para los cristianos.
Los habitantes de Belén, que no pueden ni desplazarse a Jerusalén sin permiso de Israel al vivir en territorio ocupado por el Estado hebreo desde 1967, ven mundo cuando el mundo les viene a ver. Pero este año los foráneos no han acudido por las restricciones debidas a la pandemia.
La tradicional misa de Navidad, en la iglesia católica de Santa Catalina, adjunta a la básilica de la Natividad se celebrará sin público.
Concentrarse en lo esencial
Para el párroco de Belén, Rami Asakrieh, miembro de la comunidad franciscana que ostenta la Custodia de Tierra Santa desde 1217, esta ausencia de turistas también tiene un aspecto positivo.
«Pienso que estas Navidades van a der diferentes porque la gente no va a estar tan ocupada con otras distracciones. Se ven obligados a concentrarse más en lo esencial, en el sentido de la Navidad».