Los padre blancos viven en Almería su vocación de acompañar a los inmigrantes africanos
JUAN MANUEL PÉREZ CHARLÍN
Cuando, en 1866, el obispo de Nancy (Francia), Carlos Lavigerie, recibió la petición de ser obispo de Argel, vio cumplido un sueño que tuvo esa noche, en el que el gobernador general de Argelia le ofrecía dicha responsabilidad. En el sueño, contó Lavigerie, se sintió “transportado a un país desconocido donde hombres de piel morena, que hablaban un lenguaje extraño, venían a mí”. Un día de oración y reflexión le bastó para aceptar porque aquello se le presentaba como “una puerta abierta hacia el inmenso continente africano apenas evangelizado”.
Texto completo: Roquetas_PadresBlancos
Artículo publicado en Vida Nueva: https://www.vidanuevadigital.com/