El subsecretario del departamento vaticano explica a Vida Nueva la trascendencia de la reforma que incluye la constitución apostólica ‘Praedicate Evangelium’ que entra en vigor mañana. “No se trata de abolir la colegialidad episcopal, sino de insertarla en la sinodalidad de todo el Pueblo de Dios”, expone el agustino español.
PREGUNTA.- ¿Cambia el nombre de la Secretaría?
RESPUESTA.- Efectivamente, a partir de Pentecostés, por decisión del Santo Padre, la que hasta ahora era “Secretaría General del Sínodo de los Obispos” pasa a denominarse “Secretaría General del Sínodo”. Sin más añadidos. Es un cambio significativo. Debo precisar que el cambio de nombre es solo de la Secretaría General. La Asamblea del Sínodo de los Obispos no cambia su denominación ni su realidad, sigue siendo Sínodo de los Obispos.
P.- ¿Cuál es el motivo?
R.- La sinodalidad (caminar juntos o comunión en el caminar) es una dimensión constitutiva de la Iglesia, es decir, de toda la Iglesia y de todo lo que es Iglesia. Por tanto, debe implicar a toda la comunión eclesial, con sus diversos carismas y ministerios. No se trata de abolir o disminuir la importante dimensión de la colegialidad episcopal expresada en el Sínodo de los Obispos, sino de insertarla en el contexto más amplio de la sinodalidad de todo el Pueblo de Dios. La colegialidad episcopal es una expresión de la sinodalidad, pero no la agota.
Para seguir leyendo: https://www.vidanuevadigital.com/2022/06/04/luis-marin-secretaria-general-sinodo-obispos-pasa-a-ser-secretaria-general-sinodo-sin-mas-anadidos/