24 agosto 2021 20:21 CES
Turquía, Grecia, Italia y España, como todos los veranos, están ardiendo. Centenares de hectáreas se queman desde el comienzo del verano, sumándose a las ya convertidas en ceniza. Nada excepcional si se considera que el clima mediterráneo resulta propenso a los incendios por presentar una vegetación densa y veranos secos.
Hay evidencias de plantas que colonizaron el medio terrestre que hoy son carbones fósiles que alimentan los fuegos. ¿Son los incendios algo normal, entonces? Lamentablemente, no. La gran mayoría resultan ocasionados por acciones del ser humano. Sin embargo, en las últimas décadas, algo ha cambiado. Los incendios se han hecho más extensos y destructivos debido al cambio climático, al aumento de la población y al desarrollo de la urbanización que determinó, a su vez, el abandono del medio rural.
En España, por ejemplo, se estima que el 96 % de los grandes fuegos de causa conocida son resultado de malas prácticas del ser humano. Además, “cada vez hay más grandes incendios forestales que calcinan superficies superiores a 500 hectáreas. Son de altísima gravedad, con personas fallecidas, desalojos masivos, pérdidas de bienes y miles de hectáreas calcinadas”, explican desde Greenpeace España, aunque haya un menor número, se queman más hectáreas.