Nov 5, 2019
OMPRESS-ROMA (5-11-19) “Si Cristo te atrae, si te mueves y haces las cosas porque eres atraído por Cristo, otros lo notarán sin esfuerzo. No hay necesidad de demostrarlo, y mucho menos de exhibirlo. En cambio, quien se cree protagonista o empresario de la misión, con todos sus buenos propósitos y declaraciones de intenciones, a menudo termina sin atraer a nadie”, así se expresa el Papa Francisco en el libro entrevista “Sin Él no podemos hacer nada. Una conversación sobre ser misioneros en el mundo de hoy”, que con motivo de la conclusión del Mes Misionero Extraordinario, hoy comienza a salir a las librerías, publicado por Librería Editorial Vaticana y San Pablo.
Los comentarios del Papa en este libro dedicado en definitiva a la misión están llenos de claridad: “la Iglesia es también un hospital de campaña, donde todos son acogidos, así como son, se sanan las heridas de todos. Y esto es parte de su misión. Todo depende del amor que mueve el corazón de quien hace las cosas”. O cuando dice: “Si un misionero ayuda a cavar un pozo en Mozambique, porque se dio cuenta de que sirve a aquellos a quienes bautiza y a quienes predica el Evangelio, ¿cómo se puede decir que esa obra está separada del anuncio?”.
“Podemos hacer una misión según Cristo también construyendo canchas de fútbol para los niños de las afueras de Buenos Aires”, añade en otra respuesta. Y cita de nuevo – lo ha hecho en varias ocasiones – a la hermana Maria Concetta Esu, partera durante más de 60 años en la República Democrática del Congo y que ha ayudado a nacer a miles de niñas y niños.
Desde que comenzara su pontificado el Papa Francisco ha hecho innumerables referencias a la naturaleza de la misión de la Iglesia y de cada cristiano en el mundo. Este libro recoge mucho de lo que el Papa ha dicho sobre qué significa ser misioneros, desde su exhortación apostólica Evangelii gaudium hasta sus intervenciones públicas en viajes, audiencias y en encuentros más distendidos. El anuncio del Evangelio no es “proselitismo” y la Iglesia crece “por atracción” y “por testimonio”. Todo nacido de su propia experiencia misionera: “Me uní a los jesuitas porque me llamaba la atención su vocación misionera, su constante ir hacia las fronteras. Entonces no pude ir a Japón. Pero siempre advertí que anunciar a Jesús y su Evangelio implica siempre un cierto salir y ponerse en camino”, dice en el libro.
No duda en hablar del martirio, “la máxima expresión del reconocimiento y de testimonio dado a Cristo, que representan el cumplimiento de la misión, del trabajo apostólico”, y añade, “siempre pienso en los hermanos coptos masacrados en Libia, que pronunciaban el nombre de Jesús en un susurro mientras eran decapitados. Pienso en las Hermanas de la Santa Madre Teresa asesinadas en Yemen, mientras cuidaban a pacientes musulmanes en una residencia para ancianos con discapacidades. Cuando las mataron, tenían sus delantales de trabajo sobre sus hábitos religiosos. Todos son vencedores, no ‘víctimas’. Y su martirio, hasta el derramamiento de sangre, ilumina el martirio que todos pueden sufrir en la vida diaria, con el testimonio dado a Cristo cada día. Es lo que se puede ver cuando se visitan las casas de reposo de misioneros ancianos, a menudo desgastados por la vida que llevaron. Un misionero me dijo que muchos de ellos pierden la memoria y ya no recuerdan nada del bien que hicieron. ‘Pero no importa -me dijo-, porque en cambio el Señor recuerda esto muy bien’”.
Oct 9, 2019
OMPRESS-IRLANDA (09-10-19) Fue en marzo de 2018 cuando se presentaba oficialmente “Laudato Tree”, un proyecto de la Sociedad de Misiones Africanas que busca crear una pared de árboles de 8.000 km de largo y 15 km de ancho en todo el continente africa
no, desde Dakar hasta Yibuti. Una iniciativa que ha tenido una gran difusión en Irlanda e Inglaterra.
Con motivo del Mes Misionero Extraordinario y el Sínodo de la Amazonia, se ha vuelto a impulsar esta iniciativa. Según el arzobispo de Armagh, primado de Irlanda, Mons. Eamon Martin, representa “una caridad misionera solidaria hacia las personas más vulnerables del mundo que se ven afectadas de manera desproporcionada, y simboliza una nueva vida, un nuevo crecimiento, una esperanza para el futuro y el amor de Dios al cuidar la creación de Dios”. Mons. Martin “ha animado a los jóvenes de Irlanda a sumarse a este proyecto para cambiar de verdad las cosas: “El Proyecto Laudato Tree nos abre la oportunidad de abordar la crisis climática desde una perspectiva de fe, arraigada en nuestro amor a Dios Creador, en la dignidad de la persona humana, en el desarrollo humano integral, al tiempo que nos llama a una simplicidad de vida responsables y a una conversión ecológica”.
“Laudato Tree” es una iniciativa ambiental en Irlanda que también tiene como objetivo ayudar a transformar la región del Sahel en África. Está inspirado en la encíclica del Papa Francisco, Laudato Sí. El objetivo de este muro – que une y no separa – es detener el impacto de la desertificación en todo el Sahel. Se ha creado una página web www.laudatotree.ie para recibir donaciones.
Este proyecto de la Sociedad de Misiones Africanas vincula la plantación de árboles en Irlanda con un apoyo cada vez mayor para la reforestación del Sahel, y se está desarrollando en asociación con varias organizaciones ambientales en toda Irlanda.
Oct 16, 2019
OMPRESS-MADRID (16-10-19) “Frente a la indiferencia de muchos y tantas noticias malas que vemos en los informativos, la Iglesia está trabajando”, ha afirmado José María Calderón, director nacional de las Obras Misionales Pontificias de España en la rueda de prensa del DOMUND. En ella ha intervenido la hermana Teresa Amayuelas, hablando de su vida misionera en África, donde lleva 38 años. Junto a ella, participó también el Director General para África del Ministerio de Asuntos Exteriores, Raimundo Robredo, que habló de los puntos de colaboración que pueden ponerse en marcha para proteger y ayudar a los misioneros españoles.
“Desde hace treinta años, la Iglesia ha creado al día dos instituciones sociales y seis educativas”, explicaba José María Calderón en su intervención. Destacaba que ha cambiado el rostro de la Iglesia, y que la presencia de católicos africanos y asiáticos ha aumentado. Si en 1989 de cada cien católicos, 9 eran africanos, en la actualidad son 18.
Precisamente, para mantener vivo todo este trabajo evangelizador y caritativo se organiza actualmente la Jornada Mundial de las Misiones, que este año se celebra en todo el mundo el próximo domingo 20 de octubre. “El Domund hace posible que la Iglesia exista en las misiones, no sólo son proyectos de ayuda, es la Iglesia misma, que se preocupa de las diócesis más necesitadas”, señalaba el director nacional de OMP. Precisamente esta es la institución que organiza esta jornada, y que trabaja a lo largo del año para dar a conocer el trabajo de los misioneros y sostener su labor.
Con ella se puso en contacto en junio Raimundo Robredo, Director General para África de la Secretaría de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores. Explicaba que, cuando tuvieron noticia de los misioneros asesinados a lo largo de 2019, se plantearon cómo reforzar la protección a este colectivo, que no vive en grandes ciudades, sino que está en los sitios más remotos. Según ha explicado, el Ministerio de Exteriores está llevando adelante el III Plan África, para apoyar al desarrollo del continente africano, y a la paz. “Hay mucho en lo que podemos colaborar con OMP”. Después de un par de reuniones, la Dirección General para África está empezando a trabajar con OMP para crear sinergias entre los misioneros y las embajadas españolas. Por parte de los misioneros, podrán tener un mayor conocimiento de las ayudas que tienen disponibles de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Además, podrán tener cauces específicos para relacionarse con la embajada en caso de futuras crisis, y para trabajar en la diplomacia preventiva.
Teresa Amayuelas, concepcionista misionera de la enseñanza, ha estado 38 años en África, en cuatro países: R. D. Congo, Congo Brazzaville, Guinea Ecuatorial y Camerún. En su intervención en la rueda de prensa ha explicado varias de sus experiencias en R. D. Congo, desde donde tuvieron que evacuarla por el peligro de la guerra. “Cuando estás trabajando con la gente, lo que menos quieres es marcharte, pero tenía voto de obediencia, y le ofrecí a Dios este desgarro por el país”. Un tiempo después, pudo regresar, y sufrió una agresión de un hombre, que le asaltó con una bayoneta, y le dio 20 puñaladas. “Dos días antes, en la oración, le había pedido a Dios que me permitiera compartir el sufrimiento de la gente en mi carne. Cuando me caía al suelo, sentí dentro al Señor que me decía: no temas, soy yo, he escuchado tu oración”. Este acontecimiento cambió su forma de ver la misión. “ya no se trata de dar sino de ser. Esta es la misión: estar con Él, vivir con Él y vivir con los otros”.
España es un país especialmente sensible con la acción misionera de la Iglesia, y colabora con ella de muchas formas. Más de 11.000 misioneros españoles están en 134 países del mundo. En su mayoría mujeres (55%), son mayoritariamente consagrados, aunque también hay obispos, sacerdotes diocesanos y laicos, e incluso familias enteras. Son enviados por cerca de 387 instituciones diferentes, y llevan el Evangelio por todo el mundo.
En cuanto a la colaboración económica, los españoles colaboran con muchas instituciones misioneras, pero el Papa pide que las colectas del domingo del Domund se reserven para sostener los Territorios de Misión en todo el mundo, a través de OMP. Gracias a la generosidad de los españoles con el Domund, el año pasado se enviaron 11.726.397,58€ a 68 países, para financiar 599 proyectos de evangelización y promoción humana, y para sostener el día a día de las misiones. Este domingo, se podrá volver a colaborar en las colectas y huchas; aunque la colaboración puede mantenerse a lo largo del año con donativos periódicos, suscripciones y herencias.