El transbordador espacial, los trenes de alta velocidad y los teléfonos inteligentes son la muestra de que el ser humano aspira constantemente a la eficiencia. Hace 35 años nació un sistema de construcción eficiente, rápido, seguro, sólido, rentable, innovador, resistente a los terremotos y con aislamiento térmico llamado Tecnología Emmedue (M2). Esta idea provino de Angelo Candiracci. Este era un ingeniero italiano contratado por el Gobierno de Arabia Saudí en los años ochenta. Candiracci necesitaba una solución para levantar edificios más deprisa, sin que por ello dejaran de ser de primera calidad en un contexto complicado: en pleno desierto, el calor de día era extremo; las noches, muy frías, y las carreteras no se encontraban en buen estado, por lo que le costaba recibir cemento y otros materiales necesarios.
Actualmente, el sistema Emmedue está dejando su huella en todo el mundo. Su elemento básico es un panel modular no prefabricado, sino formado por dos mallas de alambre de acero electrosoldadas y unidas entre sí mediante conectores. Entre ambas se intercala una plancha de espuma de poliestireno de la forma conveniente.
En Kenia, CMAX Holdings Limited empezó a introducir esta tecnología hace cinco años, cuando se planteó la necesidad de sustituir la piedra y el ladrillo debido a que no son materiales respetuosos con el medio ambiente: necesitan grandes canteras, y en el caso de los ladrillos, hay que talar árboles para obtener la energía para cocerlos.
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