29 enero 2021 18:34 CET
Marisa tiene 47 años y acude a consulta debido al rechazo cada vez más prolongado y generalizado que siente hacia los demás. El motivo principal es el miedo a contagiarse. De hecho, no confía en nadie porque cree que la gente no cumple las medidas de protección contra la covid-19. Piensa que la gran mayoría de personas son irresponsables y no tienen conciencia de la gravedad de la situación. Además, se siente irritada y le cuesta desconectar. Está agobiada porque no sabe cómo dejar de analizar el comportamiento de los demás, lo que la vuelve obsesiva y limita sus quehaceres diarios. Quisiera perder el miedo que siente ante las otras personas y dejar de juzgarlas.
Quienes estamos trabajando en la atención psicoterapéutica durante estos meses nos hemos familiarizado con casos como el descrito. No hay duda sobre la urgencia sanitaria que plantea la pandemia y la necesidad de concentrar los esfuerzos en afrontar los riesgos y el tratamiento de esta enfermedad. Sin embargo, sería un grave error descuidar otro aspecto: el que repercute en la salud mental.