Miguel de Cervantes, imaginando El Quijote’ de Mariano de la Roca y Delgado. Museo del Prado
Manuel Angel Vázquez Medel, Universidad de Sevilla / 28 septiembre 2022 19:02 CEST
Se cumplen 475 años desde el nacimiento de Miguel de Cervantes, más vivo que nunca en este siglo XXI que tanto necesita su ejemplaridad y los valores presentes en su obra.
El 29 de septiembre de 2022 se cumplen 475 años desde el nacimiento, en Alcalá de Henares, de Miguel de Cervantes. Bautizado en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor el 9 de octubre, se supone que debió de nacer el día de San Miguel.
Casi cinco siglos después, y tras muchas luces –pero también algunas sombras– en la transmisión, recepción e interpretación de su obra, Cervantes está más vivo que nunca en este siglo XXI que tanto necesita su ejemplaridad y sus valores.
¿Cómo es posible que una obra escrita en un contexto histórico tan diferente al nuestro pueda arrojar tanta luz sobre el presente? ¿Es posible que su imagen de lo humano nos pueda ayudar a afrontar conflictos de hoy?
Cervantes trasciende la circunstancia vital que refleja su obra para llegar a la raíz misma de la condición humana. Se adelanta a su tiempo (y al nuestro), como dijera Harold Bloom en su libro ¿Dónde se encuentra la sabiduría? Se anticipa tanto en su concepción de la libertad, por la que cree que se puede dar la vida, como en su visión radical de la igualdad: ningún ser humano “es más que otro si no hace más que otro”. También se anticipa en su visión de la fraternidad y la solidaridad.
Siempre me han impresionado las palabras de Fiódor Dostoyevski (Diario de un escritor, 1876) al referirse al Quijote:
“En todo el mundo no hay obra de ficción más profunda y fuerte que ésa. Hasta ahora representa la suprema y máxima expresión del pensamiento humano, la más amarga ironía que pueda formular el hombre”.
Dostoyevski concluye reconociendo que en la obra de Cervantes se encuentran las claves del sentido de lo humano.
Ejemplaridad e imagen de vida
Como afirma Javier Gomá, nuestro autor es ejemplo e ideal de vida:
“El nuevo ideal es Cervantes. Si el Quijote fue el libro de la conciencia moderna, la perdurable imagen de su autor está llamada a valer de gran mito posmoderno. España sería mejor, más cívica, más urbana, más humana, si se asemejase más a Cervantes, si imitara más su ejemplo, si fuera más cervantina. Y el resto del mundo también”.
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