La Asamblea Sinodal entra en la última semana de su primera sesión
| Luis Miguel Modino, enviado especial al Vatican
La primera sesión de la Asamblea Sinodal del Sínodo de la Sinodalidad entra en su última semana, donde la redacción del Mensaje al Pueblo de Dios y sobre todo del Documento de Síntesis van a centrar los trabajos, que han comenzado con una Eucaristía en la Basílica de San Pedro y un momento de reflexión en el Aula Pablo VI.
La misa, presidida por el Cardenal Charles Bo, arzobispo de Rangún, Myanmar, y presidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC). En su homilía, comenzó reflexionando la búsqueda espiritual de la que la humanidad participa desde que Adán y Eva optaron “por un camino envuelto en tinieblas”, insistiendo en que “Dios nunca abandona a su pueblo”.
En la vida, “estamos llamados a aventurarnos en lo desconocido, guiados por nuestra fe inquebrantable”, señaló el cardenal Bo, que ve a Dios como “nuestro guía, nuestra hoja de ruta y nuestro compañero”, y a la Iglesia, a ejemplo de Abraham, como aquella que “está llamada a ser justa, a encarnar un camino sinodal de fe con la convicción de que Dios nunca yerra”, llamando a inspirarse en Moisés, y a entender que “aunque no lleguemos al destino previsto, participar en el camino ya es una bendición”. Eso porque “este camino sinodal es intergeneracional”, y personalmente y como Iglesia somos desafiados a alinearnos con la voluntad de Dios.