BONN, Alemania – El enviado especial del presidente de Kenia para el cambio climático ha pedido a los negociadores kenianos y, por extensión, a los africanos en la Conferencia sobre Cambio Climático, inaugurada el lunes 5 en la ciudad alemana de Bonn, que no pongan mucho énfasis en la financiación del Fondo de Pérdidas y Daños, sino que pidan justicia y equidad.
Ali Mohamed, que asesora al presidente William Ruto en cuestiones de cambio climático, dijo a la delegación de Kenia en Bonn que dejen caer ese fondo, poco después de que mandatario exigiera que la 28 Conferencia de las Partes (COP28) sobre cambio climático sea la última de estas negociaciones globales anuales.
La financiación por pérdidas y daños es un acuerdo alcanzado durante la COP27, celebrada en Egipto a fines de 2022, con el fin de apoyar a los países vulnerables afectados por desastres climáticos como ciclones, inundaciones, sequías graves, corrimientos de tierras y olas de calor, entre otros.
Durante la ceremonia de apertura de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Hábitat, que tiene lugar en Nairobi desde el lunes 5 y hasta el viernes 9, Ruto se pronunció a favor del fin a las negociaciones entre el Norte y el Sur sobre la crisis climática.
Ello porque, según el gobernante, «el cambio climático no es un problema entre el Norte y el Sur, no se trata de un problema de combustibles fósiles frente a energía verde, es un problema que podríamos resolver entre todos si nos uniéramos».
Ruto es el actual presidente del Comité de Jefes de Estado y de Gobierno Africanos sobre el Cambio Climático (CAHOSCC).
Según el mandatario keniano, es posible (para los negociadores africanos) acordar un marco para que el continente acuda con una idea clara de lo que debe hacerse ante la COP28, que acogerán los Emiratos Árabes Unidos del 30 de noviembre al 12 de diciembre.
Allí, planteó Ruto, África y el Sur global pueden trabajar con el Norte global, no como adversarios, sino como socios para resolver la crisis climática y presentar una oportunidad de obtener un resultado beneficioso para todos sin señalar con el dedo.
En Bonn, Mohamed, que también es secretario permanente del Ministerio de Medio Ambiente y Bosques, dijo a los negociadores de Kenia que, como africanos, es necesario alzar la voz y pedir una nueva arquitectura mundial y una nueva forma de hacer las cosas.
Puso el ejemplo de los derechos especiales de giro (DEG) durante la pandemia de covid-19, cuando Europa, con una población de 500 millones de personas, recibió más de 40 % de esos activos, mientras que a todo el continente africano, con una población de 1200 millones de personas, se asignó un mísero 5 % del total de ellos.