En algún momento dejé de preguntar a los pacientes por el paradero de sus familiares” tras las inundaciones del Congo
Ulrich Crépin Namfeibona lideró nuestro equipo de emergencia que respondió a las devastadoras inundaciones que azotaron el este de la República Democrática del Congo la noche del 4 de mayo, causando 400 muertos
En la mañana del viernes 5 de mayo, las autoridades alertaron a nuestro equipo de emergencia sobre los desastres que las inundaciones y deslizamientos dejaron tras su paso en las comunidades de Nyamukubi y Bushushu —al este de República Democrática del Congo. Ambos territorios cuentan con un total de 14.000 habitantes. Tras llamar a líderes comunitarios y trabajadores sanitarios de la zona, nos dimos cuenta de que nos enfrentábamos a una gran catástrofe.
Nos movilizamos rápidamente para partir al día siguiente. Yo viajé con un equipo en moto hasta Nyamukubi desde Minova, donde estamos asistiendo a personas desplazadas que huyen del conflicto; el otro equipo partió en coche hacia Bushushu desde la base de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Bukavu, la capital provincial, con medicamentos y suministros médicos para tratar a heridos, así como bolsas para cadáveres.
Fue impactante llegar a un pueblo habitualmente muy vibrante, donde a menudo hacíamos paradas, y descubrir que casi había desaparecido por completo. Más de la mitad del pueblo había sido arrasado: las casas, el mercado, los campos, el ganado, el sistema de agua… Todo era escombros y destrucción.
Ese jueves, Nyamukubi había albergado un importante mercado semanal de la región, que atrae a visitantes de lugares tan lejanos como Bukavu y Goma, por lo que la zona tenía alrededor del doble de la población habitual. El desastre tomó a todos por sorpresa. Después del primer deslave, mucha gente huyó, pero el río se desbordó, cortando la vía de escape, al tiempo que continuaba la fuerte lluvia.
Fuente: https://www.msf.es/noticia/deje-preguntar-pacientes-paradero-familiares