11 abril 2024 15:30 CEST
Christopher P. Davey, Universidad de Binghamton, Universidad Estatal de Nueva York
Ruanda da forma al conflicto en la región utilizando a los tutsis congoleños para centrar sus afirmaciones de una amenaza continua de genocidio.
El genocidio contra los tutsis en Ruanda en 1994 ha alimentado de manera compleja el conflicto violento en la República Democrática del Congo (RDC) durante los últimos 30 años. En el centro de estas tensiones se encuentran las comunidades tutsis congoleñas: los banyamulenge, que viven principalmente en Kivu del Sur, y los banyarwanda, que viven en Kivu del Norte.
Estas dos regiones de la República Democrática del Congo limitan con Ruanda y Burundi. Aunque ambos grupos son pequeños en número, cobran gran importancia sobre el conflicto en el este de la República Democrática del Congo (y posiblemente sobre su resolución).
Ambos grupos lucharon junto al Frente Patriótico Ruandés (FPR) durante la guerra civil de Ruanda (1990-1994) y ayudaron al FPR a poner fin al genocidio en 1994. La violencia de ese cataclismo todavía se siente, especialmente en la República Democrática del Congo, donde el conflicto hace estragos en el este.
Como académico de estudios sobre genocidio, he investigado el conflicto en la República Democrática del Congo y Ruanda. He trabajado con soldados banyamulenge involucrados en la guerra para poner fin al genocidio en Ruanda para comprender cómo las experiencias de genocidio moldearon su identidad y sus narrativas.